jueves, febrero 18, 2016

"Dios Nunca se Cansa de Perdonarnos. Somos Nosotros los que nos Cansamos de Buscar su Misericordia".Papa Francisco Evangelii Gaudium)




10 de Febrero Miércoles de Ceniza.

La Cuaresma se enfoca en dos aspectos de la vida Cristiana. Primero, recordamos nuestro propio  Bautismo y a la vez asistimos a los que se preparan al bautismo con nuestras oraciones y ejemplo. Segundo, es un tiempo para considerar como hemos vivido nuestras promesas bautismales y observamos más intensamente las disciplinas penitenciales cristianas en orden de vivir más profundamente nuestra fe, las promesas que hacemos, o las que haremos al ser bautizados. Al enfatizar estos dos puntos, la Iglesia se prepara para la Pascua, punto culminante de todo el año litúrgico, en el cual celebramos la resurrección del Señor.
           
            Porque nosotros frecuentemente fallamos para vivir nuestro llamado bautismal, nuestros pecados afectan los caminos de nuestra relación con Dios, del uno para con el otro y en el mundo. Por lo tanto, nuestras penitencias cuaresmales se esfuerzan por alcanzar no solamente una conversión hacia nuestro interior, si no  también hacia el exterior ayudando a la reconciliación con Dios, la Iglesia, los que están a nuestro alrededor y con la creación. Así, pues, la Iglesia durante este tiempo de Cuaresma nos anima a vivir más intensamente tres disciplinas penitenciales. Oración, ayuno, y llevar a cabo obras de  caridad y amor. 

Oración
Durante la Cuaresma, somos animados a participar más frecuentemente en la Eucaristía y en otras formas de oración comunitaria y personal. También es un tiempo especial y beneficioso para celebrar el Sacramento de la Penitencia tanto como otras liturgias de la Iglesia, tal como la Liturgia de las Horas y la Adoración al Santísimo Sacramento. Otras devociones, como el Vía Crucis, que se puede hacer como una oración diaria, leer la Sagrada Escritura, lecturas espirituales, dar limosna, sacrificio personal y aumentar el cuidado por los enfermos y los pobres.
Ayuno y Abstinencia
Negar o limitarse uno mismo sobre la comida nos recuerda nuestra dependencia sobre Dios y el infinito cuidado de Dios por nosotros. Esto también nos obliga a recordar a  aquellas personas que ayunan sin escogerlo o por obligación religiosa, pero si por falta de comida en su mesa y de recursos. Durante la Cuaresma, las personas de 18 hasta los 60 años están obligadas a observar los días de ayuno. Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Ayunar significa comer solamente una comida completa al día. Las otras dos comidas deben ser más pequeñas y deben ser suficientes para mantener la fuerza, juntas no deben ser como una comida completa. Es decir, comer porciones de pequeña cantidad. Líquidos, incluyen leche, y jugo de frutas, se pueden tomar entre las comidas. Si la enfermedad o la habilidad de trabajar se ven afectadas, la persona no está obligada a ayunar. Durante los otros días de la Cuaresma el comer modestamente es también fuertemente recomendado. La abstinencia de carne se debe de observar el Miércoles de Ceniza y todos los Viernes durante la Cuaresma.  Todos los fieles estamos obligados a cumplir con las leyes de la Iglesia el de abstenernos de comer carne en esos días. Esto obliga desde los 14 años. Párrocos y padres de familia deberían asegurarse de que los adolescentes no están unidos por la norma de la Iglesia solamente, sino que deben ser catequizados con un autentico sentido de penitencia, conversión y reconciliación. 

Deberes de la Pascua y la Santa Comunión
Todos los fieles, después de haber participado de la Primera Comunión,  están obligados a comulgar por lo menos una vez al año.  Este deber, norma o ley, debe de llevarse a cabo durante la temporada de Pascua a no ser que haya sido realizada por alguna causa en algún otro tiempo durante el año. En los Estados Unidos,  con referencia a esta ley, la temporada de Pascua es durante el periodo del Primer Domingo de Cuaresma hasta el Domingo de la Santísima Trinidad. (Domingo después de Pentecostés).

Sacramento de la Penitencia
Después del Bautismo y un esmerado examen de conciencia, los miembros de la Iglesia Católica están obligados a celebrar el Sacramento de la Penitencia si conscientemente se ha cometido un pecado grave y no ha sido confesado o mencionado en confesión individual. Es recomendado también confesar los pecados veniales.  Los fieles los cuales son suficientemente grandes para entender que ellos son pecadores se ven obligados a confesar pecados graves por lo menos una vez al año.

¡La Luz está encendida para ti! No faltes a la cita con el Señor. Cada miércoles de 6 a 8 pm en las parroquias de San José California, durante el Tiempo de Cuaresma,  los sacerdotes están al servicio de sus feligreses para recibir el Sacramento de la Reconciliación.

Comencemos, pues, nuestro  programa personal para la Cuaresma. Una forma de serlo es hacer un alto para preguntarnos si pensamos como Jesús pensaba, si tenemos sus mismos criterios ante las formas de ver la vida. ¡Intentemos vivir como él vivía en esta Cuaresma 2016! Podemos empezar leyendo el texto del los Evangelios de Cuaresma.

Primer Domingo de Cuaresma: Lucas 4:1-13
Segundo Domingo de Lucas 9:28b-36
Tercer Domingo de Cuaresma: Lucas 13:1-9
Cuarto Domingo de Cuaresma: Lucas 15:1-3, 11-32 o Juan 9:1-41
Quinto Domingo de Cuaresma: Juan 8:1-11 o Juan 11:1-45
Domingo de Ramos: Lucas 19:28-40 –Lucas 22:14-23:56 o 23:1-49

Ahí, está el secreto para llevar a cabo los tres puntos clave  que ayudan a una verdadera conversión. Limosna, oración y ayuno.

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